En doce minutos, el Manchester City de Pep Guardiola ganaba por 2-0 al Nápoles de Maurizio Sarri. La presión de los italianos era insuficiente y la velocidad de los 'citizens' en tres cuartos fue determinante para conseguir la victoria.
El líder de la Premier League y el primer clasificado de la Serie A se midieron en uno de los duelos estelares de la jornada en la Champions League. La similitud en la forma de jugar daba una dimensión especial al encuentro, ya que tanto los de Pep Guardiola como los de Maurizio Sarri se caracterizan por el juego combinado y la velocidad. El Etihad se vestía de largo para ver, de este modo, a dos de los mejores equipos de Europa actualmente.
David Silva, Fernandinho o Kevin de Bruyne se enfrantaban en la batalla del centro del campo a Hamsik, Zielinski o Insigne. La acumulación de jugadores en esta franja del campo dificultaba la transición del balón para los de Pep Guardiola, quienes controlaban el esférico. Además, el Nápoles, en los primeros minutos, propuso una presión en la salida desde atrás al Manchester City, que lejos de rechazar el reto, lo afrontó. Con una salida por banda, con Raheem Sterling y Leroy Sané como protagonistas, los 'citizens' rompían la presión italiana y se plantaban en los tres cuartos del rival con espacios y velocidad. Esta faceta facilitó el trabajo de Kevin de Bruyne y David Silva en la medular ya que manejaban a su antojo el choque.
En el minuto 8, el Manchester City daría el primer golpe importante. Kevin de Bruyne realizó un cambio de juego hacia el costado izquierdo, donde apareció Leroy Sané. El alemán, facilitó el balón a David Silva que entró como un puñal en el área y con un pase atrás a la segunda línea, el inglés Raheem Sterling haría el primer tanto del encuentro tras aprovechar un rechace de Gabriel Jesús. El 1-0 era el primer premio que obtenían los ingleses después de la superioridad que mostraba ante el conjunto napolitano.
Pero la ambición de los locales no paró y siguió acosando la portería de Pepe Reina en los minutos posteriores. Como ya había ocurrido, el canario y el belga seguían dirigiendo las operaciones ofensivas del City. En el 12 de la primera parte, una jugada por la banda de los ingleses permitió a Kevin de Bruyne colgar un balón dentro del área para que Gabriel Jesús se adelantase a los centrales e hiciese el 2-0. El vendaval de los de Pep Guardiola ahogaba en todos los aspectos a los de Maurizio Sarri que no veía ninguna solución ante la 'exhibición' del City.
Al control del juego en el centro del campo, el Manchester City aplicó otras características como el juego por la banda con Sterling o la presión en la salida de balón del Nápoles. Esta situación concedió más ocasiones para el conjunto local ya que la recuperación en campo rival, favoreció las llegadas siguientes. Kevin de Bruyne, con un lanzamiento al palo, y un tiro de Gabriel Jesús que salvó el central bajo palos, completaron una primera media hora perfecta para el Manchester City.
Maurizio Sarri necesitaba un tiempo tiempo. Pero la situación para el Nápoles fue mejorando con el paso de los minutos debido a que el ritmo de los 'citizens' bajó. Dries Mertens pudo hacer el 2-1 antes del descanso pero el meta brasileño Ederson Moraes, detuvo la pena máxima evitando la aproximación de los napolitanos. En la segunda mitad, si consiguieron el tanto desde los once metros que les volvería a meter en el encuentro pero que fue tarde ya que los ingleses tenían el encuentro más que controlado.
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