Gran partido el vivido en Turf Moor (1-2) que tras una primera parte aburrida tuvo un aumento de calidad considerable en la segunda. Tuvimos de todo: paradones de Nick Pope, golazo de Mané, empate de Gudmundsson en el 88' y Klavan marca el gol de la victoria en el 94'.Lo que viene siendo la locura que envuelve a la Premier League cada partido. El Liverpool suma 3 de 3 en todos los partidos que ha disputado en el periodo navideño, el único equipo capaz de hacerlo
Se antojaba como un gran partido y sin duda estuvo a la altura. Tanto Liverpool como Burnley juegan al fútbol con estilos completamente opuestos, pero eso no significa que esté reñido con el espectáculo. El primero cuenta con uno de los ataques más fulgurantes de Europa. El segundo, la revelación de esta campaña en Inglaterra, despliega un fútbol ordenado sin improvisación y con mucha solvencia. Y eso que en la primera parte apenas vimos ocasiones. Tan solo tuvimos una por cada equipo, nacidas ambas de errores propios y con destino similar: disparos que se iban a la grada. Turf Moor es un campo difícil y el Burnley no se prodiga en exceso a la hora de marcar. Eso nos vino a la mente y por un momento nos temimos que terminase el encuentro en empate. Craso error.
La segunda parte fue diametralmente opuesta. El Liverpool, sin Salah, Coutinho y con Firmino en el banquillo, confió en Mané y en la creatividad de Oxlade-Chamberlain para penetrar en el muro de los clarets. Las incursiones entre líneas de Solanke eran futiles y las subidas de Alexander-Arnold quedaban en nada casi siempre. Pero en una de esas el joven lateral consiguió conectar con Mané, que se encontraba en la frontal. El senegalés, con un rápido movimiento, controló con la diestra y a la media vuelta chutó con la zurda para marcar un auténtico golazo por toda la escuadra, imparable para Nick Pope, que puso a los reds por delante. Esa fue la única, junto con el gol de la victoria visitante, que no pudo detener el joven guardameta del Burnley. Las sacó de todos los colores: desde lejos una a Alexander-Arnold que iba a la escuadra con una velocidad endiablada, desde cerca a Oxlade con una mano prodigiosa que sin duda estará en el resumen de paradas de la temporada... podemos decir sin temor a equivocarnos que el equipo revelación tiene al portero revelación de la temporada. Es un hecho.
Algo que también se suele repetir constantemente es la falta de seguridad que tiene el Liverpool cuando va por delante en el marcador. Tras el gol, los clarets fueron a por todas y con la entrada de Sam Vokes ganaron altura. Balones a la olla constantemente, exigiendo también a Mignolet al máximo. Hasta que en el minuto 88 y tras un centro de Taylor peinado por Vokes, Gudmundsson ponía las tablas rematando solo en el segundo palo, desatando la locura en Turf Moor y dejando patente que el fichaje de Virgil Van Dijk es algo más que necesario. Es vital. Lo que no nos esperabamos es que los dos centrales, tan discutidos siempre, fuesen los protagonistas en el 1-2 final. Falta botada por Oxlade, remata Lovren y cuando parece que va a entrar llega Klavan para empujarla sobre la línea y darle los tres puntos al Liverpool en el minuto 94. Menudo partidazo para empezar el año. Que sean todos así.
FICHA TÉCNICA
Burnley: Pope; Bardsley, Mee, Tarkowski, Taylor; Gudmundsson, Defour, Cork, Arfield (Wells, min 86), Hendrick (Vokes, min 71); Barnes.
Liverpool: Mignolet; Alexander-Arnold, Lovren, Klavan, Gomez; Wijnaldum, Can, Lallana (Milner, min 72); Oxlade-Chamberlain (Matip, min 90+4), Solanke, Mané (Firmino, min 72).
Goles: Gudmundsson (min 88) / Mané (min 61), Klavan (min 90+4).
Estadio: Turf Moor.
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