Kane Liverpool

Liverpool y Tottenham empatan en un partido de infarto

Partido tremendamente disputado (2-2) en Anfield. Tanto Liverpool y Tottenham fuero fieles a su estilo y nos brindaron uno de los mejores partidos de esta temporada de Premier League. Salah fue la estrella de los reds, con dos goles (el segundo un golazo). El Tottenham remó y empató el partido hasta en dos ocasiones, gracias a un golazo de Wanyama espectacular desde fuera del área y en el minuto 94 empatando gracias a un penalti marcado por Harry Kane, que había fallado otro minutos antes. El ariete inglés llegó a los 100 goles en su carrera en la Premier League

La Premier League tiene estas cosas. Estás viendo un partido y aunque pienses que uno de los equipos está dominando, si parpadeas te pierdes algo que le da la vuelta por completo. Y es que hoy lo que vivimos en Anfield define con precisión lo que es la mejor liga del mundo. El partido se le puso rápido de cara a los de Klopp. En el minuto 3, Mohamed Salah aprovechó un error grosero de Dier para robarle la cartera a la zaga spur y batir con facilidad a Lloris, colmando de felicidad a la grada de Anfield y enfadando mucho a Pochettino. Con su tridente, el Liverpool empujaba contra su propio área al Tottenham, que no era capaz de sacar el balón fácil desde atrás si no era con un patadón. El tiempo pasaba en la primera mitad y del Totteham tan sólo estába Son creando peligro. No tuvimos noticias ni de Alli ni de Kane, algo extraño. Eriksen lo intentaba, pero siempre estaba bien cubierto. Con todo eso nos fuimos al descanso, con la sensación de que el Liverpool se llevaría el partido.

Salah Spues

Pero esto es la Premier League y aquí pasan cosas. Primero, extrañó y mucho los cambios realizados por Klopp. El técnico alemán retiró muy pronto a Henderson y Mané. Con ello, el Tottenham dejó de estar embotellado y pudo situar la línea defensiva casi en el mediocampo, que es donde más cómodos se encuentran. A partir de ahí comenzaron a llegar los ataques de los londienses, exigiendo a un Karius que no había tenido trabajo en todo lo que llevabamos de partido. El momento en el que se le terminó por complicar del todo a Klopp el encuentro fue cuando pasó a defensa de tres, metiendo a Matip por un trabajador Milner. El Tottenham se soltó y comenzó a sacar centros laterales, hasta que en uno de ellos llegó el tanto. Centro de Trippier hacia el corazón del área, Karius despeja cuando puede atraparla y el rechace lo empalma Wanyama con el exterior desde lejos. El keniata le pega con tal potencia que apenas nadie, ninguno de los 22 jugadores excepto él, sabía por dónde iba. Empate en el 80 y aquí comenzaría la locura.

Primero y con todo el Tottenham arriba, el colegiado señala penalti de Karius sobre Kane. El ariete inglés estaba en fuera de juego y tras una larga deliberación entre árbitro y auxiliar, se concedió la pena máxima. La justicia del fútbol apareció y Karius detuvo el penalti en el 86. Cuatro minutos después, Salah se sacó de la chistera uno de los goles del año, dejando sentados dentro del área hasta cuatro defensas para terminar batiendo por arriba a Lloris en el minuto 90. Con Anfield extasiado y con Klopp corriendo por la banda, todavía nos quedaba un giro más en el guión: penalti de Van Dijk sobre Lamela. Para unos lo es, para otros es piscinazo. Lo que si está claro es que esta vez Kane no falló y tras anotar su gol centenario en Premier League, se acabó el partido. Damas y caballeros, menudo partidazo.

Kane Liverpool

 

FICHA TÉCNICA

Liverpool: Karius; Alexander-Arnold, Van Dijk, Lovren, Robertson; Can, Henderson (Wijnaldum, min 65); Milner (Matip, min 78), Mane (Oxlade, min 65), Salah; Firmino.

Tottenham: Lloris; Trippier, Sanchez (Lamela, min 71), Vertonghen, Davies; Dier, Dembele (Wanyama, min 79); Eriksen, Dele, Son (Llorente, min 90); Kane.

Goles: Salah (min 3 y min 90) / Wanyama (min 80), Kane (min 90+5).

Amonestaciones: Arnold (min 42), Milner (min 58), Can (90+6) / Dele Alli (min 69).

Estadio: Anfield.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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