Un Liverpool conservador se hizo con la victoria ante el Leicester (1-2). Mané estrenó pronto el marcador, Firmino puso tierra de por medio antes del descanso y Ghezzal apretó tras aprovechar un error tremendo de Alisson que saldrá en todos los zapping. El Leicester puso más empeño que fútbol y el Liverpool con la impronta menos personificada de Klöpp terminó llevándose de nuevo los tres puntos para mantenerse en la parte más noble de la tabla.
No se esmeró en brillar el Liverpool en el King Power. Sin razón perceptible a primera vista, los 'reds' ofrecieron su versión más calculadora que, no obstante, les sirvió para cosechar una nueva victoria y seguir con su pleno liguero. También se sabe que no es tarea plácida asaltar la guarida de los 'zorros', pero pocas cosas positivas habrá anotado Jurgen Klöpp en su libreta. De hecho, borrará de su memoria lo antes posible una dantesca porque Alisson le habría podido dejar peores secuelas. Aún con el dulce sabor del triunfo, alguna collejita le propina seguro.
Tan atípica fue la versión del Liverpool en Leicester que Firmino y Salah comenzaron fallando lo que no fallan ni los benjamines. Schmeichel, que cumplió 300 partidos con los 'foxes', sacó el disparo excesivamente centrado del brasileño y el egipcio increíblemente mandó fuera el rechace. Si ya es complicado de por sí que perdonen dos de los tres fantásticos, que lo hagan los tres es prácticamente ciencia ficción, por lo que a Mané le tocó enmendar lo que pifiaron sus dos socios seis minutos antes. Jugadón de potencia pura de Robertson por su costado y el senegalés se adjudica su cuarto tanto.
Iniciado ya el tramo de empanada del Liverpool, Alisson tuvo que ganarse el pan con una prodigiosa intervención a Gray. Fue animarse el Leicester a salir de la cueva y repartirse un dominio que ni 'foxes' ni 'reds', eso sí, materializaban con peligro real. Justo después de que Salah se animara al fin a agitar la coctelera y Schmeichel tuviera que poner orden, Firmino, esta vez sí, dobló la ventaja estrenándose como goleador al borde de la hora del tentempié. Excesivo premio para un Liverpool que acumulaba demasiados minutos al ralentí, pero que también necesita lo justo para quitar la anilla y soltar la granada.
Si algo estuvo cerca de implosionar literalmente fue el corazón de Klöpp, que fue testigo de la pifia de uno de sus pupilos de confianza. Alisson quiso disfrazarse de virtuoso, le pillaron con el carrito del helado y Ghezzal redujo distancias aprovechando el regalo. Carnaza sabrosa para meme en las redes sociales. La escuela Ter Stegen no está hecha para todos los alumnos. Por fortuna para el meta brasileño y la salud de Klöpp, el Leicester no logró inquietar más allá de la voluntad que demandaba el aliento del King Power en los minutos del cierre.
Cuatro partidos ligueros disputados, cuatro victorias para un Liverpool que camina con paso firme por la competición. Las nubes grises escampan de repente cuando se mira la clasificación porque los 'reds' en ese sentido tienen razones para sonreír y creer. Habrá más tardes así y tocará de nuevo colocarse el cuchillo entre los dientes. La élite no entiende de relajaciones.
Ficha técnica:
Leicester City: Schmeichel; Pereira, Morgan, Maguire, Chilwell; Ghezzal, Ndidi, Mendy, Albrighton (Iheanacho 60'), Maddison (Amartey 82'); y Gray (Okazaki 75').
Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold (Matip 88'), Van Dijk, Gomez, Robertson; Henderson (Keita 70'), Wijnaldum, Milner; Salah (Shaqiri 70'), Mané y Firmino.
Goles: 0-1 min.10 Mané; 0-2 min.44 Firmino; 1-2 min.62 Ghezzal.
Twitter: @ProyectoPremier/@velooci
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