Dos derbis, uno londinense y otro de Manchester, un gran enfrentamiento entre Spurs y Liverpool, una gran goleada del Newcastle y mucho más es lo que deparó los octavos de final de la EFL Cup.
Ayer se cerraron los octavos de final de la EFL Cup, el primer título que se disputaran los equipos ingleses esta temporada. La jornada se partido en dos días, el martes se disputaron cinco encuentros mientras que ayer se cerraba la fase con los tres partidos restantes que quedaban.
No será esta una fase que destaque por las grandes sorpresas, aunque sí hubo una e importante. Esta competición suele venir muy bien para que los equipos grandes den descanso a sus jugadores más importantes y los que hasta el momento viven en un segundo plano puedan dar un golpe sobre la mesa. Eso mismo debió pensar Conte, presentó un once con pocos de sus jugadores titulares, así logró protagonizar la sorpresa de la jornada, aunque no fue en favor de sus intereses.
Centrándonos en los partido del martes ahí pocas sorpresas se vivieron, el Hull City logró imponerse en el estadio del Bristol, como era de esperar por otro lado, el resto de partidos cayeron para el equipo local. El Arsenal venció fácilmente al Reading, equipo de Championship, el Newcastle hizo lo propio frente al Preston con un llamativo seis a cero convirtiéndose en la goleada de la noche. En el encuentro más igualado del martes, el que enfrentaba a Liverpool frente a los Spurs, el partido cayó del lado de los 'reds' con un sufrido dos a uno. Leeds y Norwich empataron a dos y en la tanda de penaltis los de casa lograron la clasificación.
Los platos fuertes de la ronda quedaron para el miércoles, los 'Saints' vencieron por un tanto a cero al Sunderland, equipo que cierra la clasificación de la Premier League. La gran sorpresa se dio en el derbi londinense entre West Ham y Chelsea, los de Conte no pudieron con los 'hammers' que se impusieron por dos a uno. El partido acabó con altercados entre los aficionados de ambos equipos. Para finalizar estos octavos de final de apital EFL Cup, tuvimos un derbi de Manchester, de nuevo Mourinho se vio las caras con Guardiola, partido de necesidades claramente entre dos equipos en plena crisis de resultados en las otras competiciones. El técnico portugués se llevó el gato al agua ganando por la mínima gracias a un tanto de Juan Mata.