La virulencia con la cual se está extendiendo la nueva mutación de la Covid-19 está haciendo estragos en todos los ámbitos de la sociedad a nivel mundial. Las cifras de positivos se han vuelto a disparar y a colocarse en números que hacía tiempo que no veíamos y el fantasma de la suspensión vuelve a sobrevolar las cabezas de los equipos, diezmados por la pandemia. La realidad es que, a pesar de que se cuenta cada vez con más y más medidas para controlar la enfermedad, estamos en un autentico descontrol.
Informaba el rotativo británico The Times que en la actualidad existen alrededor de un 25 por ciento de jugadores en el fútbol inglés que se niegan a vacunarse, ya sea por convicción o por falta de información. El reciente caso de Joshua Kimmich, jugador del Bayern de Múnich es el mejor ejemplo. Kimmich nunca se declaró abiertamente antivacunas, pero siempre declaró que por miedo a reacciones no se iba a vacunar. Tras cumplir dos cuarentenas seguidas -una de ellas a causa de ser positivo- y haber tenido unas secuelas que no le van a permitir jugar hasta 2022, el centrocampista alemán optó por inocularse. El caso es que la desproporción de la Premier League entre vacunados completos y con una sola dosis es algo a tener en cuenta también. En el mismo artículo de The Times se informa de que únicamente el 68 por ciento de los jugadores tienen las dos dosis, en comparación con La Liga, en la cual está vacunada por completo casi el 93 por ciento.
Un problema en crecimiento
Por lo tanto encima de la mesa vuelve a colocarse una palabra que nadie quiere ver pero que inevitablemente va a acabar haciéndose realidad si no se frena toda esta situación: suspensión. Con el Boxing Day en el horizonte, el día más especial del año en el futbol inglés corre serio peligro. Durante esta semana se han dado a conocer, únicamente en la máxima división, más de 40 casos de jugadores y cuerpo técnicos que han sido positivos. El Manchester United, que tiene ya dos partidos aplazados, tuvo que cerrar Carrington -su ciudad deportiva- durante un día completo para realizar un cribado masivo entre jugadores, staff y trabajadores del club. El Brentford de Thomas Frank, que fue avisado en directo en rueda de prensa esta semana de otros cuatro positivos, acumula hasta 13 en total. Leicester -con los mismos positivos que el Brentford-, Burnley, Watford, Norwich y ayer el Chelsea -que comunicó que su delantera al completo está enferma- y Liverpool -con Van Dijk, Curtis Jones y Fabinho- son los últimos en unirse a esta terrible lista en la que destaca el Tottenham.
Un calendario sobrecargado
La escuadra dirigida por Antonio Conte fue la primera en notificar un brote dentro de su equipo, haciendo imposible el poder disputar el partido del pasado jueves de Conference League por falta de efectivos. Ya tiene tres partidos aplazados en total. Y la duda entra en escena: ¿Cuándo se podrán recuperar estos partidos? Porque esta jornada 18 parte ya con cuatro partidos suspendidos: Southampton-Brentford, Watford-Crystal Palace, West Ham-Norwich y Everton-Leicester. No hay hueco apenas en un calendario sobrecargado. Si de media en diciembre se suelen disputar hasta nueve partidos por equipo entre Premier, Carabao y FA Cup, imagínense si le sumamos a que en un año tendremos un Mundial. Es decir, la temporada acabará y los equipos apenas podrán disfrutar de un mes y medio de vacaciones en el mejor de los casos hasta que tenga que volver a ceder a jugadores para los trofeos internacionales -Nations League especialmente-. Y no olviden las eliminatorias para el Mundial de febrero.
Los protocolos a seguir
Mientras tanto para el publico se han impuesto más reglas: certificado Covid, declaración firmada de que estás 'libre' de enfermedad, mascarilla en interiores y en los desplazamientos...aunque con el aumento en Reino Unido -más de 80.000 hoy- parece que irán a más. Lo cierto es que algo hay que hacer para intentar detener esto y muchos equipos ya están pensando en proponer un parón a la Premier League para poder hacer todo lo posible. Incluso se habla de que en la reunión que tendrá lugar este lunes, de no darse una decisión que convenza a los clubes, se podría llegar hasta un "boicot" en masa de los equipos. Veremos que ocurre, pero mientras los clubes no puedan estar seguros, no querrán poner en riesgo a sus trabajadores.
De hecho la Premier ha endurecido el protocolo a seguir. Esta evalúa las solicitudes de aplazamiento de partidos caso por caso, basándose en las normas existentes y en las orientaciones sobre el aplazamiento por COVID-19 publicadas para todos los clubes, siguiendo una serie de factores, como la capacidad de un club para alinear un equipo; el estado, la gravedad y el impacto potencial del brote de COVID-19 en el club; y la capacidad de los jugadores para prepararse y jugar el partido de forma segura. Además de tener un mínimo de 13 jugadores, uno de ellos siendo portero. Por ejemplo, el Brentford no pudo poner a su disposición el número mínimo ya que todos sus porteros están lesionados o en cuarentena.
Por lo tanto nos exponemos a una situación muy complicada para todos, tanto jugadores como aficionados. La Covid-19, que lleva hostigando al mundo entero desde hace casi dos años ya, puede volver otra vez a poner en riesgo toda la organización. En algunas zonas de Alemania, Países Bajos y Bélgica el aforo de espectadores ya está limitado. Esperemos que si ocurre sea por algo preventivo y no por algo trágico.
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