Time to say goodbye

Tarde de despedidas y celebraciones en la que se impuso el Chelsea 2-1 asegurando la tercera plaza y su presencia en la Champions

Sobre el papel nos encontramos ante el último partido de la temporada 2012-2013 en Inglaterra entre el Chelsea y el Everton. Los blues gracias al golaveraje  sobre el Tottenham tienen asegurada su presencia en la Champions la temporada que viene, aunque como es lógico, prefieren hacerlo desde un tercer puesto evitando la fase previa. El Everton  con una temporada magnífica y con su matemática presencia en la UEFA por encima del Liverpool el año que viene, llegaba a Stamford Bridge para añadir otro dato positivo a su enorme temporada. Todo esto claro, sobre el papel.

Lo bonito de este último partido era todo lo que rodeaba al evento, despedidas y agradecimientos, puerta grande por puerta de atrás. El Chelsea ofreció en su estadio el título que lo acredita como mejor equipo de Europa con el total agradecimiento de su afición que jaleó durante minutos a su equipo, con especial ahínco al dirigirse a su hombre en la historia del club, Frank Lampard.  Los Tofees por su parte despedían al que ha sido su mejor entrenador en las últimas décadas con la total redención ante la magnitud del proyecto de su vida y que ha obligado al técnico a despedirse de su afición. Lo de Benítez si que es para formar parte de un programa de Íker Jiménez, ante la ira desde el principio de muchos de sus aficionados y con la espada del “Special One” como constante amenaza, el madrileño ha sabido lidiar contra viento y marea asegurando a Mourinho su “Chempions” el año que viene y la conquista un título europeo, cosa que el portugués jamás pudo lograr para la afición blue.

Con esta mezcla de sentimientos comenzó este último Super Sunday de la temporada en Londres. Rafa daba entrada en el once al joven Ake en el centro del campo acompañando a Lampard Mata y Oscar junto a Torres y Ba arriba. Moyes compaginó a sus estrellas como Pienaar o Fellaini con otros menos habituales como Distin en la defensa o Naismith arriba.

Comenzó a rodar el balón en Stamford Bridge y los dos equipos salieron desde el primer momento a por el partido. La primera gran ocasión del partido vino en el minuto 4 cuando Demba Ba desaprovechó un fallo Jagielka mandando el balón al lateral de la red. Sólo tres minutos el mejor jugador de la temporada del Chelsea, el burgalés Juan Mata, recogió un rechace tras un disparo cruzado de nuevo de Demba Ba para colocar el 1-0 en el marcadorRafa1

El Everton siguió a lo suyo y el partido comenzó a ser un constante corre calles para ambos equipos que se aproximaban con peligro a las metas rivales con la premisa que el resultado no se quedaría en el 1-0. David Luiz emuló a su rival cometiendo un error defensivo que sirvió para que Steven Naismith tras una conexión con Anichebe batiera en un genial dos contra uno a Cech para empatar el partido. Lejos de la calma y tres minutos después el veterano Darron Gibson desde fuera del área mandó un misil que golpeó primero en el poste y en la cara de Cech con la fortuna que el balón acabó siendo repelido hacia la banda. El Everton se acercaba con más peligro que el Chelsea y se merecía ir por delante en el marcador.

La polémica la encontramos en el minuto 38 cuando Fellaini propinó un tremendo empujón a Torres dentro del área y que el colegiado Anthony Tayler no quiso ver.  Mientras el jugador Madrileño se quejaba al colegiado al igual que gran parte de su equipo, el genial Steven Piennar estuvo apunto de marcar un golazo por la escuadra que sorprendió totalmente al arquero checo. Con la sensación de que el Everton debería obtener el premio el partido llegó al descanso y la afición blue pudo descansar un poco.

No sabemos que clase de mensaje mandaría Benítez en el descanso pero la segunda parte comenzó con un tremendo vendaval local con dos tremendas oportunidades de Mata y otra de Demba Ba en los primeros cinco minutos que fueron atajadas por Howard y Jagielka respectivamente. El guión no tuvo giros en los siguientes minutos y Lampard apunto estuvo de agrandar aun más su leyenda con un disparo marca de la casa que se fue por poco por encima de la barrera. El gol merodeaba en The Bridge y cuando todos pensaban que sería para el conjunto londinense Cahill se adelantó a Fellaini cuando tras marcharse de Ivanovic con un genial regate se disponía a batir a Cech.

El Arsenal se imponía al Newcastle y el Chelsea con este empate podía quedarse sin su ansiada tercera plaza. Aunque el destino es caprichoso y existe un jugador al que el azar siempre tiene guardada alguna sorpresa y más cuando se trata de Europa. Torres, quien si no, aseguraría la plaza para Europa en el minuto 75.

¿Sería así el final para Moyes? No es lo que su equipo tenía en mente y fue Baines quien puso un perfecto centro para Nikica Jelavic que obligó a Cech a salvar a su equipo. Con esta jugada murió el partido y los visitantes bajaron los brazos cediendo la pelota al Chelsea que tuvo un cómodo final.

Así acaba señoras y señores la temporada para estos dos equipos hasta dentro de unos meses donde hay que admirar la labor de dos entrenadores que han conseguido cumplir con solvencia y profesionalidad ante todo lo acontecido. Lástima que uno salga por la puerta grande y laureado y el otro en silencio por la de atrás.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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