Ha llegado el día D. El Manchester United se juega frente a su afición el estar en cuartos de final de la UEFA Champions League. Después de un año con más sombras que luces, hoy es el momento de volver al camino correcto. El vigente campeón inglés afronta el partido más crucial del año. Un auténtico todo o nada en Old Trafford
No es una final, pero como si lo fuera. Aun escuece la durísima derrota en el clásico inglés frente al Liverpool en Old Trafford (0-3), los red devils están obligados a remontar un partido que se les plantea harto dificil. La temporada está saliendo al revés de lo previsto y sin duda la capacidad de David Moyes para dirigir a tan célebre equipo está más que en entredicho. Tras la tragedia griega sufrida en el Karaiskakis durante el partido de ida (2-0), los de Manchester tendrán que marcar dos goles para forzar una posible prórroga. Pero el mal que sufre en United no es nuevo. No es una crisis de resultados en las últimas jornadas. Once derrotas en todas las competiciones en lo que va de temporada. Eliminados de las copas domésticas por equipos, a priori, mucho inferiores como Swansea ( FA Cup) o Sunderland ( Capital One), rachas de la temporada verdaderamente pésimas como el mes de Enero, con 4 derrotas en 7 partidos incluidas sendas eliminaciones de las copas.
Los fichajes tampoco han sido el revulsivo que Moyes esperaba. Fellaini lesionado durante casi todo el año, Mata no puede disputar Liga de Campeones... la mejor noticia para Moyes fue la explosión de Januzaj, aunque en los úlimos compromisos ha visto como sus minutos mermaban drásticamente con la aparición de Juan Mata. Si a esto le unes una base defensiva en auténtico declive, el panorama no puede ser más desolador. Ferdinand ya no está ni para jugar los minutos finales. Vidic, tras reiteradas lesiones de rodilla, no puede jugar a pleno rendimiento. Evra, más de lo mismo. Y para añadir más hierro al asunto, ninguno de los jugadores por los que Ferguson apostó para renovar la sangre defensiva devil está a un nivel medianamente óptimo. Jones muy lento e inseguro, Smalling perdido en cualquier demarcación defensiva...
Pero no todo es culpa de Moyes. Claro que tiene su parte de culpa. De hecho, si fuese entrenador de cualquier equipo español hubiese visto la puerta en menos de lo que canta un gallo. Pero hay que decir que, tras 26 años de Sir Alex Ferguson, para cualquiera es difícil. El equipo ha cambiado su forma de jugar, los años no pasan en balde para su núcleo duro y Moyes ha tenido que lidiar con muchisimas lesiones desde comienzo de temporada: Van Persie, Rooney, Fellaini, la defensa, Fletcher, Carrick... es decir, que mínimo una lesión por jugador en lo que va de año, y no son precisamente rasguños. Es dificil volver a levantar un imperio si tus pilares están dañados.
Por eso hoy los red devils tienen que tirar de espíritu, de rabia, coraje y pasión. El escudo pesa, pero también ayuda en casos de extrema necesidad. Nadie da un duro por los chicos de Moyes y seguramente no escucharán la temporada que viene un himno al que están acostumbrados tras 20 años de competición europea. Los aficionados del United tienen que pensar que el mejor mánager de toda la historia devil eligió personalmente al entrenador actual. Y ánimo, mañana saldrá el sol.
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