Tras un inicio de liga que invitó a la duda, 'Bob' ha conseguido revertir la situación y ha colocado al Everton en los primeros puestos de la clasificación
El verano comenzaba convulso para el Everton que veían como el entrenador David Moyes se desvinculaba del club tras más de una década al frente del banquillo. Concretamente el preparador inglés fichó en 2002 por el conjunto de Liverpool, tras unas notables temporadas al frente del equipo, la llamada del Manchester United hizo que Moyes diera el gran salto que supone pasar a entrenar a uno de los clubs más importantes de Inglaterra.
Muchos fueron los nombres que sonaron para ocupar la plaza libre que quedaba con la marcha de Moyes. Pero la directiva tenía en mente un nombre, el del español Roberto Martínez. Tras desvincularse del Wigan donde Bob, así es como se le conoce, ya jugó como jugador y donde volvió tras retirarse para ser el entrenador del primer equipo, cogió al club en tercera división inglesa y logró que ascendiera hasta la Premier League, durante ese tiempo Roberto tuvo el mérito de hacer que su club se alzara con la FA Cup. Aunque esta última temporada no consiguió mantener al club en la élite de Inglaterra.
La decisión de que Bob fuera el nuevo entrenador Toffee trajo consigo mucha polémica, ya que no era el nombre esperado por la afición. El preparador español se enfrentaba de esta manera ante el reto más importante de su carrera. El club de Liverpool que llevaba muchos veranos trabajando con toda normalidad estaba ante los meses más complicados de la última década, el cambio de entrenador y sobretodo los rumores que apuntaban a la salida de las dos grandes figuras del plantel Toffee, Fellaini y Baines hacían que la afición estuviera a la expectativa de todo movimiento que se produjera en el club.
Fellaini abandonó el Everton el último día de mercado, siguiendo los pasos de David Moyes hacia Manchester, pero el club Toffee logró retener a Baines, el mejor lateral izquierdo de la Premier League, a parte logró entre otros las incorporaciones de Barry, Lukaku, Kone, Deulofeu y McCarthy logrando de esta manera confeccionar una plantilla que pudiera luchar por el objetivo de volver a estar entre los mejores clubs de la Premier League.
El inicio de competición no fue el deseado para Bob, tras las tres primeras jornadas el conjunto de Liverpool sumaba tres puntos en la clasificación tras tres empates frente a Norwich, WBA y Cardiff, a priori equipos inferiores a los Toffee. La crítica hacia Roberto no se hizo esperar sobretodo pensando en que la cuarta jornada visitaba el Goodison Park el Chelsea. El Everton venció, además merecidamente, la racha no acabó allí, Roberto Martínez conocía de nuevo la victoria en esta ocasión a domicilio frente al West Ham y para acabar con cualquier duda logró los tres puntos en casa frente al Newcastle.
En Liverpool ya nadie duda de la capacidad de Bob para hacer frente al gran reto en el que está embarcado y aunque la sombra de Moyes es alargada las sensaciones que ha dejado el equipo y el buen hacer de Roberto han devuelto la ilusión a la grada de Goodison Park, que ahora ve con buenos ojos la decisión que el presidente del club tomó hace cuatro meses.
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