West Ham y Liverpool se repartieron los puntos (1-1) en la que fue una cita poco plácida para el líder de la liga. Los 'reds' ofrecieron una visión poco alegre con nubarrones y el West Ham aprovechó su buen hacer para reducir la distancia a tres puntos respecto al Manchester City. Tras un clarísimo fuera de juego de Milner, Mané adelantó al Liverpool y Antonio puso las tablas al borde de la media hora.
Se le atragantó el Olímpico de Londres a un Liverpool al que le afloran síntomas de vértigo. Con todo a favor para mantenerse firmes en la carrera , los de Merseyside han reducido el pistón en su platónica panorámica de levantar el título liguero 29 años después. La nostalgia no es buena compañera de viaje y le ha amargado la existencia en los últimos cinco días. Lo que antes era confianza apabullante ahora son escalofríos en las piernas.
El Liverpool proponía el dominio de los tempos aunque le tocó multiplicar esfuerzos con los contragolpes del West Ham. Chicharito por partida doble y Cresswell advirtieron que este año no les tocaría pasearse a los 'reds' en un feudo que ha sido su jardín las dos anteriores campañas.
A buen seguro habrá acabado extenuado, incluso resignado a partes iguales, la contienda Fabinho, encargado por urgencia de enmendar las torpezas de sus compañeros Keita y Lallana en la medular. Desde octubre no ingresaba como titular el ex del Southampton y quedó claro el motivo. Iba a participar, no obstante, en lo que posiblemente fue la jugada más escandalosa a juzgar por criterio arbitral. Con la colaboración de Milner, ubicado clarísimamente en fuera de juego, el multiusos lateral esta vez se la puso a Mané para dejar noqueado a su marca con el control y batir a Fabianski. Un premio excesivo por fútbol e insultante por códigos reglamentarios.
Por una cosa o por otra, sin remitirse a leyes científicas porque hacerlo en el fútbol es una osadía, el Liverpool transmite sensación de ir perdiendo frescura. En ello ponía empeño un West Ham que materializaba prácticamente todas sus llegadas en remates a portería y Michail Antonio se encargó de hacer justicia al de pocos minutos en una jugada ensayada. Pocas bromas en el Liverpool con el fornido jugador inglés, que ha visto puerta contra los 'reds' durante las últimas cuatro temporadas. Sin haber logrado anotar más de dos tantos contra ningún otro equipo, la etiqueta de verdugo le viene que ni pintada al bueno de Michail.
El West Ham volvió a acotar los espacios en defensa, cometido con el que no atinaba un Liverpool diezmado por sus bajas en la retaguardia. Haciendo gala de su especial empanada en el Olímpico, Declan Rice remató libre de marca en lo que pudo ser la ventaja para su equipo pero el canterano 'hammer' erró groseramente en la finalización.
El partido se iba abriendo con el avance del cronómetro, cosa que al West Ham no le venía del todo bien pese a los resabios dulces de Felipe Anderson al galope. Estará más o menos fino, pero parece que van a suceder cosas siempre que interviene el brasileño. Salah comenzaba a divisar espacios aunque insuficientes por la ineficacia del Liverpool en el último pase. La cosa estuvo lejos de ser un asedio contra Fabianski por mucho que insistieran en merodear los de Jürgen Klopp. Las temporadas son largas y a este Liverpool le someten a masticar más los partidos para llevarse los tres puntos, cifra clavada a la que acecha peligrosamente el Manchester City. La liga está al rojo vivo. Y que así sea.
Ficha técnica:
West Ham: Fabianski; Fredericks, Diop, Ogbonna, Cresswell; Noble (Obiang 78'), Rice, Snodgrass, Anderson (Masuaku 90'); Antonio y Chicharito (Carroll 78').
Liverpool: Alisson; Milner, Matip, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Keita, Lallana (Shaqiri 68'); Mané, Salah y Firmino (Origi 74').
Goles: 0-1 min.23 Mané; 1-1 min.28 Antonio.
Twitter: @ProyectoPremier / @velooci
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