Empate (0-0) entre una increíble Costa Rica que buscaba ser la gran revolución de este mundial y una Inglaterra a la que su orgullo e historia no le permitía dejar esta Copa del Mundo sin al menos haber puntuado.
Arrancaba el partido con el honor de Inglaterra en juego ya que nunca se había despedido de un Mundial sin haber sumado tres puntos. Por su parte Costa Rica salía con todo para hacerse con la primera plaza del grupo D.
El respeto de los costarricenses hacia los three lions se quedó en el protocolario apretón de manos entre los capitanes. En el minutos dos Joel Campbell avisaba del poderío y el juego de su selección con un gran disparo al que poco le faltó para atravesar las redes de Ben Foster. Por parte de Inglaterra, Sturridge avisaba de su peligro a los diez minutos, serían el, Milner y Barkley los jugadores con más peligro en la primera parte por parte de los de Hodgson. La más clara de Costa Rica llegaba con una falta botada por Borges que desviaba Foster al larguero de la portería. Los siguiente minutos serían un quiero y no puedo de Inglaterra que, en las botas de Sturridge, tuvo las ocasiones más claras para subir el primer tanto al marcador. Pidió el propio Sturridge un penalti cuando se quedaba solo delante de Keylor Navas por un empujón de Duarte, el árbitro no señaló nada.
En la segunda parte Inglaterra no sacaría el pie del acelerador y a los cinco minutos tapaba Keylor Navas el tiro de Sturridge que iba claramente a dentro de la portería tica. Se volvía duro el partido con varios encontronazos entre ambos equipos y entraban al campo dos de los veteranos y pilares de la selección inglesa, Wayne Rooney y Gerrard, en el que sería su más que probable último partido con los three lions. Eran continuas las llegadas de los ingleses a través de las botas del siempre peligroso Sturridge y del red devil Rooney. Ya en los últimos minutos la selección inglesa solo podía esperar al pitido final del encuentro mientras escuchaba los olés de la afición costarricense que veía como su equipo se convertía en el matagigantes de la competición.
Se marcha Inglaterra con un punto y con el orgullo herido de un Mundial en el que se esperaba llegar más lejos. También se despedía de la selección el gran Frank Lampard y, posiblemente, el eterno capitán Steven Gerrard. Por su parte, los ticos se convierten en la gran revolución de esta Copa del Mundo siendo líder de su grupo y dejando atrás a tres campeonas del mundo.
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