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Un City poco vistoso

El Manchester City ha empatado (1-1) con el Celtic en la última jornada de la Champions League. Ambos equipos no se jugaban nada y han aprovechado para dar minutos a jugadores jóvenes como Maffeo o Roberts. 

El partido comenzó con mucha intensidad y con un Celtic con ganas de morder desde el inicio. Tan solo pasaron cuatro minutos 1-2cuando Roberts, jugador del equipo escocés y cedido curiosamente por el Manchester City, driblaba a tres hombres del City para colocar el 0-1. El Celtic daba la sorpresa aunque no se jugaba nada. Sin embargo, tres minutos después Iheanacho, tras un gran pase de Nolito, puso el empate con un disparo cruzado que batía a Gordon. A partir de los goles se sucedieron varios intentos por parte del Celtic protagonizados por Rogic y Roberts, muy vertical durante la primera mitad pero sin llegadas claras. El City también tuvo las suyas gracias a Iheanacho y Nolito, que siempre buscaba el último pase. Así se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó con menos ritmo que en la primera, esta vez con el City dominando el balón pero sin tener ocasiones claras. Lo intentó Sané en varias ocasiones tratando de colgar balones al área aprovechando su verticalidad por el sector izquierdo pero no encontró rematador. Por parte del Celtic entró Steven por Forrest y los escoceses gozaron de alguna que otra ocasión pero se tomaron con un fiable Caballero que firmó una gran segunda mitad.

Empate en el Etihad que deja al City como segundo de grupo y último al Celtic, que no podrá disputar ninguna competición europea.

Manchester City: Caballero, Maffeo (Navas 61'), Sagna, Adarabioyo, Clichy, Fernando, Zabaleta, Sane, Gundogan, Nolito, Iheanacho

Celtic: Gordon, Lustig, Sviatchenko, Simunovic, Izaguirre, Brown, Rogic, Armstrong, Roberts, Forrest (Steven 50'), Dembele (Griffiths 72')

Goles: 0-1 Roberts (4'), 1-1 Iheanacho (7')

Estadio: Etihad Stadium

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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