El Everton obtuvo una trabajada victoria (3-1) frente a un Swansea que lo intentó pero se vio superado por el juego de los “toffes”. El equipo de Roberto Martínez avanza a la siguiente ronda de la FA Cup que ya ganó el año pasado con el Wigan.
Ambos equipos llegaban con trayectorias inmaculadas a la quinta ronda. El Everton tras sendas goleadas ante dos equipos de categoría inferior: el Stevenage y el Queens Park Rangers. El Swansea, por su parte, tras obtener dos difíciles victorias a domicilio frente al Manchester United y al Birmingham.
El partido suponía el debut de Traoré tras su llegada en el mercado de invierno. El marfileño tuvo el debut soñado. A los 4 minutos de partido recogió un balón suelto en el área y con un remate poco ortodoxo pero efectivo anotó el primer tanto. Sin tiempo para asimilarlo el Swansea empató. De Guzman entró solo por el carril central y remató a placer un gran centro desde la izquierda, tras un fallo de Barkley en la marca.
Tras el empate el Everton se animó y comenzó a dominar ampliamente. Comenzaron a trenzar bonitas jugadas y gozaron de buenas ocasiones pero no pudieron concretar. Atacaban demasiado por el centro y les costaba mucho superar la muralla de jugadores del Swansea.
En la segunda parte el Swansea salió más animado, con la intención de dominar el partido. Pero el Everton apoyado en un gran Barry no se lo permitió y continúo con el dominio. Continuaron las ocasiones pero seguían sin concretar, hasta que un error de Taylor dejó a Naismith ante Tremmel y no perdonó. Cinco minutos después Baines transformaba un penalti cometido sobre Naismith y dejaba el partido visto para sentencia.
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