El Liverpool obtuvo una importante victoria (2-1) frente al Sunderland y se postula como un claro aspirante para el título. Gerrard hizo de desatascador con un gran lanzamiento de falta y Sturridge anotó un nuevo gol (y ya van 19 en liga).
Ambos equipos necesitaban los puntos, aunque por objetivos muy distintos. El Liverpool gracias a su racha de 11 partidos invicto ha conseguido remontar y engancharse a la pelea por la Premier. El Sunderland tras caer en la final de la Copa de la Liga busca salir del descenso.
La primera parte fue de un claro dominio "red". La movilidad de Suarez, Sturridge y Coutinho no conseguía descentrar a una sólida defensa del Sunderland. Los de Rodgers chocaban una y otra vez con la defensa de los de Poyet. Tan solo con disparos lejanos conseguían inquietar la portería del Sunderland. El Liverpool necesitaba una genialidad y esta vino de la mano de Gerrard. El centrocampista inglés anotó un golazo de falta poco antes del descanso. El Sunderland por su parte apenas inquieto a Mignolet durante los primeros 45 minutos.
La segunda parte comenzó con el gol de Sturridge con ayuda de Brown dejando el partido casi sentenciado. Pero a raíz del gol el Sunderland se estiró y dispuso de alguna ocasión para recortar distancias, como un disparo de Cattermole al palo. En la siguiente jugada Sturridge pudo sentenciar pero su disparo se estrelló en el poste. A falta de 15 minutos Ki aprovecho un despiste de la defensa local en un córner para darle emoción al partido. El Sunderland se vino arriba y a punto estuvo de empatar. Acabo pidiendo la hora. Pero, para ser campeón hay que sufrir.
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