El equipo de Manuel Pellegrini se ha convertido en una máquina de hacer goles. El estado de todos sus delanteros, unido al de Yaya Touré, así lo demuestra
La escena más importante de El Último Samurái no tenía a Tom Cruise como protagonista, sino a la ametralladora Gatling, que dio finalmente la victoria, desde la distancia, al ejército japonés. El periodismo deportivo suele adoptar referencias bélicas pero hoy está más que justificado si nos ceñimos al partido de la jornada de Champions League.
Se enfrentan en el Etihad los dos equipos más goleadores de Europa, el Manchester City y el FC Barcelona. Pero cuando culés dependen en exceso del olfato y estado de forma de Messi, El City es una máquina en lo que va de campaña gracias a cuatro jugadores: Agüero (con 26 goles), ausente en este partido por lesión, Álvaro Negredo (23 goles), el aspirante a ser el 9 de España, Edin Dzeko (17 goles), que siempre cumple, y el ex barcelonista Yaya Touré (15), un centrocampista de otro mundo. A esto hay que sumar, además, el despertar de su cuarto delantero, Stevan Jovetic, protagonista con un gol en la victoria ante el Chelsea en la FA Cup.
Por ese motivo, aunque está en el mejor momento de su carrera, la baja del Kun Agüero no es tan delicada como lo sería la de Messi o Neymar en el Barça. Y eso significa que, a base de talonario y de un buen proyecto dirigido por Manuel Pellegrini, el Manchester City es un equipazo. Hoy toca demostrarlo. Y ante un rival de altura. Es la Champions.
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