West Ham

El West Ham sí le pone cabeza

El West volvió a ejercer su condición de matagigantes tras doblegar al Liverpool (2-0), al igual que sucedió en el encuentro de ida en Anfield. Los 'reds' volvieron a encajar un gol tempranero que condicionó por completo el partido y permitió al West Ham imponer sus condición física. Marcaron Michael Antonio y Andy Carroll, ambos de cabeza.

Portentoso ante los grandes (este Liverpool más por nombre que por otra cosa), tembloroso ante los que no son tanto. Así es este West Ham que no pierde comba a su acecho a competiciones europeas. Más de una sorpresa han dado ya los de Slaven Bilic a los cocos de la liga y añaden una nueva a su lista. No podía hacerse el despistado un Liverpool al que ya le destaparon las vergüenzas los 'hammers' en Anfield (0-3). Otro martillazo sin pudor.

Son muchos ya los partidos consecutivos en los que el Liverpool se atraganta lejos de Anfield y volvió a recibir un derechazo en los compases iniciales. Enner Valencia y Michael Antonio se intercambiaron los roles. El delantero la sirve con musiquita y el centrocampista irrumpe como un tren de mercancías desde segunda línea para para dejar a Clyne por los suelos y perforar la red. Nada que reprochar a Mignolet.

Los fantasmas de Watford se dieron un garbeo por Upton Park y el Liverpool comenzaba a ofrecer síntomas de perder la paciencia demasiado temprano. Exceptuando alguna conducción de Ibe, apostó 'sin ton ni son' por asediar de balones largos, o directamente melones, a Benteke. Una propuesta que ante este West Ham tan físico y ante centrales como Collins y Ogbonna es poco susceptible de tener éxito.

CarrollSumándole que Coutinho no lograba activarse, el panorama poco podía variar. Peor habría sido de hecho si Lanzini no se hubiese topado con el poste. Por desgracia, iban a ser las últimas noticias del argentino sobre el verde ya que tuvo que retirarse por lesión. El único lunar de un West Ham prácticamente inexpugnable en la primera mitad. Incluso la suerte estaba de cara para los 'hammers' tras contemplar cómo un lanzamiento de Emre Can en el descuento lo repelía el larguero de Adrián. Fue la única y mejor jugada del Liverpool y, aunque no alteró el marcador, sí que ilustró que con el balón a ras de césped la naturaleza sigue su curso.

El West Ham le vio las orejas al lobo y repobló los espacios centrales de artillería pesada. Se antojaba muy complicado sorprender por ahí por lo que había que apelar a los costados. Una tarea que no le incomoda a un Alberto Moreno que no desperdicia oportunidad de aventurarse al ataque. En una de sus aventuras, Noble aprovechó una grieta para servirle un caramelo a Carroll y aumentar la ventaja. La receta de la abuela. Nuevo centro al área, nuevo testarazo a la red y de nuevo Clyne en cuarentena. Los ex nunca traen nada bueno.

Tras el knockout definitivo del West Ham, lo curioso es que el marcador no se moviera porque el Liverpool dispuso de ocasiones para reducirlo y los 'hammers' para ampliarlo. De poco fútbol y mucha cabeza, literalmente, iba la cosa. Mignolet neutralizó una nueva diablura de Carroll por los aires, Noble salvó bajo palos un testarazo de Lucas y Allen mandó otro fuera rozando la escuadra. Ante la ley del más fuerte, este West Ham promete. No así un Liverpool que no termina de exprimirse y que continúa tremendamente titubeante cuando no escucha el 'You´ll Never Walk Alone' ante 45.000 gargantas. Fuera de casa no se escuchan tantas y eso parece que pesa.

 

Ficha técnica:

West Ham: Adrian, Tomkins, Collins, Ogbonna, Cresswell, Kouyate, Lanzini (Obiang 38), Noble, Antonio (Jenkinson 85'), Valencia (Payet 64'), Carroll.

Liverpool: Mignolet, Clyne, Lovren, Sakho (Allen 81'), Moreno (Smith 61'), Lucas, Can, Firmino (Lallana 61'), Ibe, Coutinho, Benteke.

 

Goles: 1-0 min.10 Antonio; 2-0 min.55 Carroll.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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