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Moura y Kane agravan la hemorragia red devil

El Tottenham se ha impuesto por 0-3 en Old Trafford, frente al Manchester United. En un duelo en el que mostró una versión mucho más prudente, cediendo mucho más el balón, ante un rival, que a pesar de que fue superior en la primera parte, y no tuvo acierto de cara a portería, demostró una gran debilidad defensiva.

El encuentro comenzó con un claro dominio del conjunto local, que desde el inicio controló el partido en lo posicional y en la posesión de balón, ante un rival muy desorientado que se veía asfixiado a la hora de mover el esférico, ante la presión del equipo de Mourinho que estaba siendo mucho más intenso, y que con el paso de los minutos, empezó a llegar al área contraria saliendo en velocidad, y a gozar de ocasiones, tanto por errores del rival, como por el acierto de sus atacantes. Tras el primer cuarto de hora de juego, la dinámica de juego no varió demasiado, ni el dominador del encuentro tampoco, pues los de Pochettino se fueron haciendo algo más con la pelota, pero eran incapces de superar la tela de araña que había tejido el técnico portugués, con tres centrocampistas, y Ander Herrera jugando como tercer central, y de asentarse en campo contrario.

Sin embargo, el paso de los minutos, la mayor continuidad de los visitantes tanto con el cuero, como sin él, pues habían aumentado su agresividad, y sus jugadores de ataque se estaban moviendo mucho más para bajar a recibir y para asociarse, propiciaron un mayor control del juego por parte de los blanquiazules. Aunque a pesar de ello, las ocasiones se estaban produciendo en el lado local, y estaban generando mucho peligro e inestabilidad en la defensa rival.

Con la cercanía del descanso, el Manchester United volvió a ejercer un control total sobre el juego y el encuentro, mientras que los londinenses, que realizaron su primer remate en el minuto 40 por medio de Christian Eriksen, estaban mostrando una gran incapacidad para elaborar juego, a pesar de que los cuatro jugadores de ataque estaban permutando permanentemente sus posiciones, pero poco sentido tenía buscar en largo y por arriba al jugador más adelantado, cuando era Lucas Moura. No obstante, fruto de la eficaz presión que realizó en los últimos minutos, el equipo de Pochettino logró provocar errores en la zaga rojinegra, y con ello rematar, sin demasiado éxito, sobre la portería de David de Gea.

El segundo acto comenzó con un elevado ritmo de intesidad, y con un Tottenham mucho más dominador y peligroso, y con un Manchester United, que al igual que en el primer tiempo seguía creando mucho peligro cuando salía en velocidad, y que además contaba con las facilidades que le daba la caótica defensa de los spurs. Harry Kane puso el 0-1 en el marcador, tras rematar con un cabezazo potente, un córner botado por Trippier desde la derecha. Con el 0-1, el equipo de Mourinho tuvo un tramo de desconcierto, que los visitantes, que estaban atravesando su mejor momento en el partido, supieron aprovechar atacando la banda izquierda de red devils, por la que Eriksen llegaba solo con total libertad.

Precisamente, de ese modo llegó el 0-2 que enmudeció a un Old Trafford, que en ningún momento había mostrado un gran entusiasmo. Tras ese tanto, Mourinho reaccionó e introdujo en el campo a Fellaini, a Alexis Sánchez y a Lindelöf, por la lesión de Jones. Con esas sustituciones, el equipo local pudo empujar más en ataque, y mediante jugadas a balón parado, y algún balón aéreo, logró generar alguna ocasión de peligro. Sin embargo, ese tramo de agobio duró poco para el Tottenham, pues dejó atrás su, quizás, excesiva prudencia, y sus temores del pasado, y volvió a pelear algo más el balón, y sobretodo a meterle el miedo en el cuerpo a su rival saliendo al contraataque, y aprovechándose de los errores defensivos que cometía el rival.

En el último cuarto de hora, el United siguió buscando la portería contraria con una insistencia que fue bajando con el paso de los minutos, aunque, bien es cierto, que lo hizo con un fútbol mucho más asociativo, elaborando alguna jugada de bastante calidad, pero sin ningún acierto, ante la acertada defensa spur en la última media hora de juego, a pesar de la sensación de peligro que generaban en sus llegadas. Lucas Moura, que está mostrando un estado de forma sensacional en este inicio de temporada, puso el 0-3, tras recibir un balón de Harry Kane, dejar en el camino en su conducción a Smalling, y batir a De Gea en el mano a mano. Tras ese gol, el partido quedó totalmente sentenciado, y el cuadro londinense jugó a placer, ante un oponente que buscaba sin fuerzas y sin fe, el gol del honor.

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