El combinado de Roy Hodgson disputará un partido crucial contra Eslovaquia para sellar su pase a octavos de final en la casa del Saint-Etienne, estadio de nefasto recuerdo para los ingleses
Inglaterra llega a su último destino en esta fase de grupos y lo hace con incertidumbre. De perder hoy contra Eslovaquia y ganar su rival británico, Gales, los ingleses se quedarían con 4 puntos. Todo depende de los chicos de Hodgson, que sin demasiada brillantéz han llegado a la ciudad de Saint-Etienne como líderes de un grupo complicado. Hoy se enfrentarán al combinado eslovaco en el estadio Geoffreoy-Guichard, hogar de "les verts". El estadio, con capacidad para 42000 espectadores se encuentra en la ciudad del mismo nombre, la segunda con mayor población tras la capital del departamento Ródano-Alpes, Lyon.
La fecha de construcción del estadio data de 1931 y su nombre es en honor a Geoffreoy Guichard, dueño de los terrenos donde se ubica y director de la empresa alma máter del club, Casino. El estadio ha albergado con esta presente edición 3 grandes eventos futbolísticos: dos Eurocopas (1984 y 2016) y el Mundial de 1998. En el club verde militó un auténtico mito del fútbol francés y uno de los mejores jugadores de la historia, Michel Platini.
Esta será la segunda ocasión que el combinado de los three lions pisará su césped y no trae buenos recuerdos para los ingleses, ya que la última vez que disputó un partido aquí fue en el Mundial del 98, siendo eliminados en la tanda de penaltis por Argentina. En aquella ocasión marcaron para los ingleses Shearer y Owen aunque dos fallos en la tanda de penaltis, Ince y Batty, les mandaron para casa. Veremos si hoy los de Hodgson restauran el honor británico y sellan su clasificación con una victoria.