Fernando Torres, más conocido en el mundo del fútbol por “El Niño” (The kid), disputó el pasado sábado 11 de Enero frente al Hull City, su partido número doscientos en la Premier League. Dicho bicentenario, lo celebró con aquello que tanto le gusta, hacer goles, anotando el segundo gol de los blues.
La historia comenzó en el año 2007, cuando el delantero del Atlético de Madrid hizo sus maletas con destino a Liverpool, convirtiéndose en la gran apuesta de la temporada para el equipo de Anfield Road. El joven delantero dejaba el equipo de sus amores, ese equipo que lo lanzó al estrellato y, donde se formó como persona. Llegaba a un equipo histórico del fútbol mundial, el Liverpool, uno de los equipos más laureados y cuya afición es de las más fieles del mundo del fútbol. Se convirtió en la gran apuesta del por entonces entrenador Rafael Benítez.
Todo era nuevo para el delantero. Lo más novedoso e importante fue debutar con el Liverpool en la máxima competición, en la Champions League, una competición que todo jugador quiere llegar a disputar en algún momento de su carrera profesional. Fernando Torres cuajó una gran temporada ese año con el Liverpool, donde no pudo tener un mejor debut. El delantero madrileño, en su primer partido frente al Chelsea, marcó su primer gol en la Premier League. No pudo elegir mejor ocasión.
Se sintió cómodo en el Liverpool, donde le salían las cosas y el equipo se aprovechaba de su enorme temporada. Se convirtió en poco tiempo, en el ídolo de la exigente afición de Anfield Road. Su carrera en el Liverpool fue de más a menos. Empezó muy fuerte consiguiendo unos números que le convertían en uno de los delanteros más importantes del mundo, llegando a conseguir con la selección española en 2008, ser campeón de la Eurocopa de Austria y Viena. Estaba en boca de todos. Era la nueva estrella mundial. Llegó a ser el tercer jugador mejor del mundo, sólo por detrás de Cristiano y Messi.
A partir de ese momento, su momento de forma en el Liverpool decayó tanto, que llegó a ser cuestionado. Ya no disputaba tantos minutos. Sufrió importantes lesiones que le mantuvieron fuera de los terrenos de juego bastante tiempo. La suerte de "El Niño" había cambiado. Inmerso en esta dinámica descendente, Torres decidió cambiar de aires. Una complicada decisión la del madrileño, que le costó salir del Liverpool por la puerta de atrás, del equipo que lo había convertido en estrella mundial. Fernando hacía las maletas en el 2011 para irse a uno de los mayores rivales del Liverpool actualmente, el Chelsea.
En el Chelsea, el atacante buscaba volver a relanzar su carrera. Le costó mucho salir del bache en el que había entrado después de las lesiones. La afición se le echó encima en varias ocasiones. Fernando no estaba centrado y así, muy complicado era volver a ser el que él quería. Poco a poco fue contando con minutos en el Chelsea. Con el paso del tiempo su participación con los blues fue a más. Fue una temporada sin mucho que destacar. Ancelotti y Villas Boas no contaron mucho con el delantero, quién se veía como "segundo plato".
En la actualidad, con la llegada de Mourinho, el delantero está viviendo una segunda juventud. El portugués está dándole la confianza necesaria para poder sacar todo el fútbol que tiene el madrileño. Ha recuperado la "chispa de velocidad" y el olfato goleador, con el cual debe intentar conseguir una plaza en la selección para el mundial de Brasil.
En resumen, siete años en la máxima categoría del fútbol inglés, que se resumen en los siguientes números:
- 200 partidos.
- 84 goles.
- 14074 minutos.
- 102 partidos con el Liverpool y 98 con Chelsea.
- Titular: 158 partidos. Suplente: 42 partidos.
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