Steven Gerrard ha disputado su último partido en Anfield con la camiseta del Liverpool, en los prolegómenos del partido los jugadores de ambos equipos le han hecho un pasillo muy emotivo con el reconocimiento de compañeros y rivales. Realmente este era el mayor interés que despertaba el partido, puesto que los Reds ya no tenían posibilidades de jugar la próxima Champions League y los Eagles habían cumplido el objetivo, la permanencia. El partido terminó con una derrota clara de 1 a 3, aunque sin duda, el resultado fue lo de menos
La primera parte empezó con la emoción aún en el cuerpo por los emotivos actos previos para despedir al eterno capitán, Steven Gerrard, acompañado en todo momento por sus tres hijas. Los primeros minutos fueron de dominio Red, controlando la posesión del balón e intentando entrar por bandas y crear peligro mediante Lallana y Coutinho –sobre todo des del minuto 18-. Poco a poco los visitantes, liderados por Bolasie, –que fue muy importante durante todo el partido, con un duelo apasionante con el central Skrtel- empezaban acercarse a la portería defendida por Mignolet, creando cierto peligro aunque sin demasiado acierto.
En el minuto 25 de partido, Lallana fue el más listo de la clase robando un balón mal entregado hacia atrás del central Kelly, Lallana no perdonó en frente de Hennessey. Se avanzaba el Liverpool -1 a 0-. Por fin en el minuto 43 de partido, cuando se acercaba el descanso los de Alan Pardew empataron el partido con un tiro de falta ejecutado por Puncheon –un gran gol que ponía el empate en el marcador-.
La segunda parte empezó con alternativas para ambos equipos, con transiciones ofensivas muy rápidas, el balón iba de un área a otra sin tregua, hasta que en el minuto 60 el Crystal Palace conseguía remontar el partido, gracias a Zaha –recien incorporado al partido substituyendo a Lee-. El segundo gol de los visitantes era un jarrón de agua fría para Anfield, empañando la despedida de su eterno capitán, al que le quería brindar una victoria.
Los de Brenadan Rodgers siguieron intentando marcar el empate sin suerte, teniendo el control de la posesión, aunque en demasiadas ocasiones permitieron los contraataques de los visitantes, que sacaron partido y en los minutos finales, en una internada por banda de Zaha, la defensa Red concedía penalti. El encargado de lanzar la pena máxima era Murray. Erró el primer intento pero estuvo listo y rápida para recoger el rechace para subir el tercer gol al marcador y sentenciar el partido.
Los focos se centraron en Steven Gerrard, el capitán que ha vestido durante 17 años seguidos la camiseta del Liverpool, rechazando infinidad de ofertas, siendo fiel a su ciudad, sus colores y su afición. Será raro ver un partido en Anfield y no disfrutar del mítico Steven.
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