El viernes se disputa uno de los partidos clásicos del fútbol europeo de selecciones. En algo más que un partido de fútbol, Inglaterra y Escocia se verán las caras en Wembley a las 20:45 con una plaza para el Mundial 2018 en juego.
Y es que este partido no es un partido cualquiera, ya que se enfrentan dos selecciones vecinas, que viven en un mismo estado y que mantienen una rivalidad histórica más allá del terreno de juego. Como no podía ser de otra manera, este derby fue el primer partido de fútbol entre selecciones, disputándose el 30 de noviembre de 1872, teniendo como escenario el estadio de Hamilton Crescent de Glasgow y acabando con el resultado de empate a cero. Es uno de los partidos de fútbol entre selecciones más disputado con 112 partidos, solo por detrás del Bélgica – Países Bajos (127 partidos). Como decimos, la rivalidad entre ambos equipos es mucho más fuerte que la meramente deportiva, ya que Escocia e Inglaterra forman parte del Reino Unido y los escoceses tienen un fuerte sentimiento independentista, viendo a Inglaterra como el alma del estado y provocando en mucho de ellos cierto rechazo.
A pesar de toda la rivalidad que tienen, este partido va a tener un nexo de unión para ambas selecciones. La FIFA ha prohibido que luzcan en sus camisetas la tradicional amapola con la que se rinde homenaje mañana (aniversario del armisticio del 11 de noviembre de 1918 con el que se puso fin a la Primera Guerra Mundial) a todos los caídos del ejercito británico. Prohibición que ambas selecciones ya han manifestado que no van a acatar aceptando cualquier castigo que se les pueda imponer.
Los antecedentes en este tipo de partidos no quieren decir mucho, pero aún así están muy igualados. En los 112 partidos anteriores, Inglaterra ha ganado 48 partidos, Escocia ha ganado 40 y han empatado 24 veces. Una estadística que invita a pensar que puede ocurrir cualquier cosa, aunque cierta parte de esta estadística esta de la parte de Inglaterra. De esos 112 partidos, solo 7 han sido partidos oficiales como el de esta ocasión, siendo el resto amistosos. En cuatro ocasiones ganó Inglaterra, en 2 Escocia y en el partido restante el resultado fue de empate. Una muestra muy escasa, pero que hace invitar al optimismo a los seguidores ingleses.
Los tres últimos precedentes oficiales son especialmente dolorosos para los escoceses, ya que vieron como fueron eliminados de la repesca de la Eurocopa 2000 y como fueron derrotados en la fase de grupos de la Eurocopa 1996. Un gol muy recordado de Gascoigne y uno de Shearer se encargaron de poner el 2-0 en el marcador de Wembley en 1996, y un 2-1 de global para los ingleses (0-2 en Glasgow y 0-1 en Wembley) significó la clasificación del combinado inglés para la Eurocopa de Bélgica y Holanda 2000 y la eliminación de Escocia.
Pero como decimos, todo esto solo son datos, y mañana en Wembley puede ocurrir cualquier cosa. Para este partido la convocatoria de Gareth Southgate no tiene apenas sorpresas, más allá de la llamada de Jordan Pickford como tercer portero (en sustitución del lesionado de última hora Fraser Forster), de Michael Keane y de Aaron Creswell. Varias vueltas importantes para la selección, como la de Harry Kane y Phil Jagielka tras superar sus respectivas lesiones y la de Jack Wilshere que vuelve tras estar fuera desde la Eurocopa. Por su parte, el seleccionador escoces, Gordon Strachan, ha contado con la vuelta a la selección del centrocampista Scott Brown, que anunció su retirada en verano y que ha decidido volver a acudir a las convocatorias. También sorprende la convocatoria de Robert Snodgrass, que a pesar de estar lesionado con el Hull City, ha acudido a la concentración del equipo.
Partido importante para las aspiraciones de ambos equipos en el Grupo F de la clasificación al Mundial. Para Inglaterra porque sumar estos tres puntos le permitirían seguir liderando el grupo con al menos dos puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, y para Escocia porque una derrota le dejaría con solo 4 puntos (por los 10 que tendría Inglaterra) y con muchos puntos que recortar si quiere estar en Rusia 2016 sin tener que jugar ronda previa.