Los blues vuelven a la tercera plaza después de ganar 2-1 en Stamford Bridge a un Sunderland impotente ante la remontada de los locales. El estreno de Di Canio pasa desapercibido en un equipo que sigue rondando los puestos de descenso
Como ocurre muchas veces en que los inicios de partido poco o nada tienen que ver con el resto del encuentro, no fue así en la primera parte de este duelo del Chelsea contra el Sunderland. Imprecisiones, ataque sin ideas, constantes parones en el juego a causa de faltas y saques de banda… Parecía que la primera mitad vivía en unos eternos cinco minutos iniciales. Sólo un inconcebible fallo de Sessegnon a los tres minutos en un tiro que se fue al lateral de la red tras empanada de la defensa blue animó el choque durante unos instantes. Desde el momento en que el equipo de Di Canio–que se estrenaba en el banquillo de los gatos negros– se echó atrás y el Chelsea se hizo dominador de la pelota el partido entró en una constante fase REM que no variaría hasta el minuto 45.
Poco hubo por parte del Chelsea en el primer tiempo más que una media volea de Demba Ba dentro del área que se fue desviada y un débil cabezazo de Hazard en el punto de penalti que blocó Mignolet. Dispusieron de muchos centros y jugadas a balón parado los chicos de Benítez pero, con la única presencia del delantero senegalés por arriba, no supieron aprovechar ni una sola de estas ocasiones. Sin embargo, sí lo hizo el equipo de Sunderland, que marcó en el minuto 45 cuando parecía que el encuentro se iría al descanso con tablas en el marcador. Un fallo de la defensa londinense en un córner permitiendo que un jugador rojiblanco peinara la bola en el primer palo acabó con el balón en las mallas. Intentó despejarla Azpilicueta en el área pequeña, pero el balón tomo la trayectoria equivocada y se coló en la portería de Cech.
Para darle la vuelta al electrónico y cambiar la tónica de la que había sido una horrible primera parte de su equipo, Rafa Benítez dio entrada a Torres por Demba Ba. Un cambio arriesgado que prometía más movilidad y velocidad en el juego y que dio sus frutos bien pronto, en el minuto 47 de partido, cuando marcó Kilgallon en propia meta intentando despejar un tiro de Óscar. Se pegó el ‘9’ una tremenda galopada por la banda izquierda arrastrando a dos defensas y le metió un buen pase al brasileño para que, con suerte, pusiera el empate en el marcador.
Despertó entonces el cuadro londinense y sus tres mediapuntas comenzaron a crear peligro en el campo del Sunderland. Así, tras varias intentonas sin mayores premios que varios saques desde la esquina, un disparo lejano de David Luiz fue desviado por Ivanovic de tacón para despistar a Mignolet y anotar el segunto tanto de los locales. No habría mas goles en un partido que no daba mucho más de sí. El Chelsea parecían conformarse con el resultado, y los visitantes no encontraron, ni siquiera con los cambios, la forma de volver a anotar en la portería de Petr Cech.
Culmina de esta manera una buena semana el equipo de Benítez después de dejar muy de cara la eliminatoria de la Europa League frente al Rubin Kazan y de volver a auparse a la tercera plaza del campeonato liguero con 58 puntos después del empate del Tottenham frente al Everton.
Twitter: @ProyectoPremier y @feresbec
FICHA TÉCNICA:
CHELSEA: Cech; Azpilicueta, Ivanovic, David Luiz, Bertrand; Ramires, Mikel, Hazard (Benayoun 84′), Mata (Lampard 89′), Óscar; y Demba Ba (Torres 46′).
SUNDERLAND: Mignolet; Bardsley, O’Shea, Kilgallon, Rose; Gardner (Colback 82), N’Diaye, Larsson (McClean 71′), Sessegnon, Johnson; y Wickham.
GOLES: Azpilicueta (p.p.) 0-1 (min. 45), Kilgallon (p.p.) 1-1 (min. 47) e Ivanovic 2-1 (min. 55).