El Tottenham consumó prácticamente sus opciones por el título de liga tras pinchar ante el West Brom (1-1). Craig Dawson en propia puerta encarriló el encuentro para los londinenses, pero el propio zaguero 'baggie' derramó un jarro de agua helada en White Hart Lane con el tanto del empate. Los de Mauricio Pochettino dejan, así, el trofeo de campeón en bandeja al Leicester a falta de tres jornadas.
El sueño del Tottenham se evapora. Aunque las quimeras matemáticas le conceden una mínima esperanza, la sensación de abatimiento tras el pitido final se palpó notablemente en White Hart Lane. Craig Dawson exaltó los ánimos del respetable sin quererlo y terminó congelándolos. El defensa del West Brom marcó en el primer tiempo en la portería que no debía y en la segunda en la que sí debía aunque el cometido sea más cosa de los delanteros. Una paradoja de las muchas que suceden en este deporte y que lastra la ilusión de un equipo. Sólo un milagro puede cambiar el desenlace de esta liga que ya acaria el Leicester de Claudio Ranieri.
El Tottenham tocó madera dos veces en 12 minutos. Nada de santiguaciones ni encomendaciones divinas, tocó madera en el más puro sentido literal. Por poner nombres (que interesa contarlo), lo hicieron Kane y Eriksen al toparse con el poste y el larguero, respectivamente, de la porteria de Myhill. La necesidad del Tottenham presagiaba que tendría mucho trabajo el meta 'baggie'. No nos equivocamos. El propio Kane puso a prueba en otras dos ocasiones sus reflejos. Extraordinarios toda la, por cierto. Y no se había llegado ni al ecuador del primer asalto todavía...
El West Brom iba saliendo de la cueva mirando de reojo y con pasitos cortos, pero el Tottenham supo atizar justo cuando su asedio parecía menguar. De la manera menos ortodoxa además. Eriksen mandó un centro envenenado que Craig Dawson acabó metiendo en su portería llorando y por debajo de las piernas de Myhill. Las cámaras enfocaban a Vertonghen y el belga lo quería, pero las repeticiones no engañan. Un tanto desprovisto de vistosidad, pero que sube al marcador igualmente.
Circunstancias de la vida, el West Brom empezó a poner madera en sus ataques y el Tottenham se encontró de nuevo con ella en otra de sus ocasiones. Eriksen asistió a Kane tras una galopada portentosa pero el poste de nuevo repelió la intentona del goleador 'spur'. Curiosamente, los protagonistas de las primeras líneas.
El ritmo frenético no concedía tregua y dio paso a la sucesión de ocasiones sin concretar. Rondón encogió los corazones de The Lane con un cabezazo ligeramente desviado mientras la figura de Eriksen emergía por todos los rincones. No invitaba a despistes 'baggies' el danés. Precisamente en uno del Tottenham a balón parado, se produjo el mazazo de quien en primera instancia se pegó un tiro en el pie. Dawson ganó la batalla por los aires a Alderweireld y a un Lloris que salío a por uvas para redimirse y clavar un puñal en los corazones de la hinchada 'spur'. Las caras que enfocaban las cámaras eran todo un poema. Así de cruel es en ocasiones el destino, que no deparó un segundo tanto del Tottenham en forma de victoria y sí la redención de Craig Dawson. No olvidarán fácilmente su nombre en White Hart Lane.
A falta de nueve puntos por disputarse, la balanza de que el Leicester levantará el título liguero se decanta más ostensiblemente que nunca. Con una victoria será matemáticamente el rey de la máxima competición del fútbol inglés y la cuenta atrás ha comenzado. El Tottenham, a conciliar el sueño como buenamente puedan y a confiar en un prodigio platónico.
Ficha técnica:
Tottenham: Lloris, Walker, Alderweireld, Vertonghen, Rose; Dembele, Dier (Mason 75'); Lamela (Son 84'), Alli (Chadli 89'), Eriksen; y Kane.
West Bromwich Albion: Myhill; Dawsom, Olsson, McAuley, Evans; Gardner, Yacob, Fletcher; McClean, Sessegnon (Sandro 89'), y Rondón.
Goles: 1-0 min.32, Dawson en propia puerta; 1-1 min.71, Dawson.
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