Un Chelsea pragmático acaba con un Hull valiente

Partido difícil en el KC Stadium (0-2)  entre dos equipos que se respetaron de principio a fin. El Hull fue sólido durante todo el partido en defensa,bien plantado, mientras que los de Mourinho no acertaban de cara a puerta o se estrellaban contra un gran McGregor. Al final, Hazard y Torres decantaron la balanza a favor de los londinenses.

 

Hoy no iba a ser un partido cualquiera para el Chelsea. Llegaba a Hull, el hogar de los tigers y eso significaba enfrentarse a un equipo cuanto menos rocoso. Un equipo que en casa solo ha encajado 8 goles en lo que llevamos de temporada. Hoy habría que dar algo más, algo distinto para llevarse los 3 puntos. Mientras, los chicos de Steve Bruce, debían hacer lo de siempre: aguantar y matar cuando el rival esté desesperado por no saber por donde entrar. Y es que el problema para los rivales del Hull es sin duda, McGregor. El portero escocés volvió a cuajar una espectacular actuación, encajando solo dos goles que, de no ser por el, hubiesen sido más. Destacar sobre todo la parada a bocajarro en la primera mitad a Oscar o la falta directa de David Luiz que casi entra.

Aunque si hay que destacar a un jugador por encima de los 22 es sin duda Eden Hazard. Estamos presenciando, partido a partido, el crecimiento de un jugador expectacular, con todo tipo de recursos. Hoy hizo todo tipo de jugadas, driblings, disparos... que volvieron loca la defensa local. De sus botas nació el 0-1, tras una precisa jugada en 3 toques entre David Luiz, Cole y él. Tras recibir el balón del lateral, amagó el disparo, dejando sentado al defensor para acto seguido ejecutar un sublime tiro a la cepa del poste, imposible para McGregor. El gol llegó en el único fallo de concentración del Hull en defensa en todo el partido. Siendo justos, la primera media hora fue sin duda de los locales. Muy serios, con Elmohamady abriendo la banda, Huddlestone sujetando la medular y Livermore que aparecía por todas partes, el único recurso al que pudo acudir el Chelsea fue la calidad individual, que le sobra. 

El gol provocó el despertar del Hull, que pasó de tener un 30 por ciento a un 50 por ciento de posesión. Como un tigre herido, comenzó a defenderse atacando, arrinconando al Chelsea que le costaba mucho salir con el balón. Pero cuando la calidad de plantillas es tan diferente, un error decanta el partido. Y es que, cuando parecía que los tigers podían llegar a empatar, Torres se sacó de la chistera una jugada individual perfecta que terminó con el cuero en el fondo de la red. El Chelsea, sufriendo más de la cuenta, consiguió sacar adelante uno de esos partidos que, a final de temporada, son los que dicen quien es el campeón.

 

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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