Ser líder de la Premier League puede ser flor de un día, estar arriba de la tabla en las primeras jornadas inesperadamente ha pasado y lo seguirá haciendo porque la igualdad de la competición hace que cualquier equipo le plante cara a cualquier otro, pero mantenerse el primero de la tabla tras 16 jornadas solo está al alcance de unos pocos, por eso la temporada del Leicester aun sin llegar al ecuador de ésta, ya es para quitarse el sombrero.
Cuando se inició el campeonato liguero, nadie podía suponer que el Leicester a estas alturas lideraría la tabla, más si contamos que el año pasado fue uno de los equipos que tuvo que luchar por evitar el descenso y que tuvo que hacerlo hasta las últimas jornadas. Al final lo eludieron por una diferencia de seis puntos. A todo ello se suma que la directiva tomó la sorpresiva decisión de cesar a Nigel Pearson y contratar a Claudio Ranieri, un entrenador de la vieja escuela que no supuso aire nuevo para la afición de los ‘foxes’.
La decisión del cambio de manager no pudo ser más acertada, el comienzo de la temporada así lo demostró. Las dos primera jornadas se tradujeron en dos victorias, primero en el King Power Stadium frente al Sundeland, por un contundente cuatro a dos, la segunda fue contra el West Ham a domicilio. Las dos siguientes jornadas vinieron dos empates, un valiosísimo punto que se rescató frente al Tottenham y otro frente al Bournemouth en Dean Court. Luego vino una de las victorias que más subieron la moral de la plantilla, fue en su estadio ante un rival a priori asequible, el Aston Villa, pero no fue en sí la victoria, sino la forma en que se produjo. Los ‘villanos’ iban ganando por una ventaja de dos goles y en el tramo final del partido los locales levantaron el resultado para acabar ganando.
La victoria supuso un impulso para la plantilla que tras cinco jornadas no conocías la derrota. La visita al Stoke supuso de nuevo un importante punto, el empate sumaba un partido más a la lista de partidos invictos. En la séptima jornada liguera llegó la derrota. Fue en su propio estadio ante uno de los de arriba, el Arsenal que se llevó los tres puntos sin dar opción alguna, con un contundente dos a cinco. Pero el Leicester no tardó ni una jornada en sacarse la espina de la derrota, en la visita al Norwich se llevaron los tres puntos pero el calendario no daba tregua y les esperaba un nuevo partido lejos de Leicester, en esta ocasión frente a los ‘Saints’ el equipo de nuevo volvió a pescar, un empate a dos que le valió un punto ante un difícil rival.
Tras este empate vino la mejor racha del equipo, la que los puso en la zona más alta de la clasificación para quedarse hasta el día de hoy. Cuatro victorias seguidas, Crystal Palace, WBA, Watford y Newcastle en este orden fueron las víctimas del gran momento de los de Ranieri, que lo redondearon sacando un punto de su enfrentamiento contra el Manchester United. En la jornada 15 de nuevo una contundente victoria a domicilio en esta ocasión contra el Swansea.
La última gran hazaña de este Leicester, es por todos conocida, el Chelsea aunque inmerso en plena crisis visitaba el King Power Stadium, los hombres de Ranieri ya eran líderes y ésta suponía una prueba de fuego para confirmar que no es casualidad que estén en lo más alto, no defraudaron y vencieron a los ‘blues’ por dos tantos a uno, derrota que supuso la destitución de Mourinho.
Los tres partidos que le vienen a los ‘foxes’ serán claves para seguir arriba, dos encuentros a domicilio frente a los dos equipos de Liverpool para luego recibir al Manchester City en su estadio, sean cual sean los resultados de los partidos navideños hay una cosa que está clara, sus aficionados estarán felices de pasar una Navidad en los puestos de prestigio del campeonato inglés, hito que no está a la altura de cualquiera y que nos hace creer aún más en la magia de Premier League.
Claves de este buen rendimiento del equipo
Es difícil comentar la trayectoria del Leicester sin analizar quienes han sido los artífices de este buen momento. Obviamente, Claudio Ranieri ha tenido mucho que ver, sobretodo instaurando un sistema que está funcionando a la perfección, donde más destaca es en la faceta ofensiva donde hasta la fecha son el equipo más goleador del campeonato. Y a pesar de que ha recibido más tantos que los equipos que están posicionados justo por detrás de ellos, la gran pegada está siendo determinante para obtener los buenos resultados.
En esta parte ofensiva del equipo hay dos protagonistas que se llevan casi todo el mérito del equipo. Karim Mahrez es uno de ellos, sus números hablan por sí solos, once goles y siete asistencias. Pero el que realmente está brillando más es Jamie Vardy pichichi de la Premier League con quince tantos, el jugador que desde el principio con sus goles ha llevado en volandas al Leicester hacia el liderato y que deberá seguir haciéndolos para mantenerlo en la zona alta de la clasificación.
No es menos importante, aunque siempre es menos vistoso, el trabajo de los mediocentros, donde Albrighton está destacando desde una banda sobretodo por sus aportaciones en froma de asistencia, el inglés lleva seis. También muy importe la aportación de N'Golo Kanté que ha pesar de que sus números no son destacados se ha convertido en una pieza fundamental en el mediocentro de Ranieri.
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