A pesar de que la previa del partido invitaba a soñar con un entretenido encuentro donde el pequeño pudieran sorprender al grande, la realidad fue muy distinta. Aburrido enfrentamiento en el que el Tottenham se valió de un penalty para salir con ventaja frente a un Sheffield United que por lo menos no mereció perder (1-0). El resultado deja abierta la vuelta.
La atmosfera que envuelve los partidos de Capital One Cup en Inglaterra hacen que cualquier eliminatoria tenga un sabor especial, más después del partidazo de la otra semifinal que se disputó ayer, en este caso el Tottenham recibía al Sheffield United, los locales eran claros favoritos contando que el Sheffield milita en League One y cuentan con una plantilla de jugadores poco conocidos, el que sí es conocido por cualquier amante de la Premier League, es su entrenador, Nigel Clough el hijo del mítico Brian Clough.
El partido comenzó con un cuarto de hora de retraso, debido a que el bus donde iba la plantilla del Sheffield se vio envuelto en un atasco y llegó tarde al estadio. Tras este pequeño incidente el partido arrancó como estaba estipulado. Tranquilidad absoluta definieron los primeros minutos del encuentro, los ‘Spurs’ comenzaron sin demasiado riesgo, evitando las típicas sorpresas que se dan en esta competición. Poco a poco se adueñaron del esférico mientras los visitantes esperaban atrás para salir a la contra.
A pesar de tener el control del esférico las ocasiones no llegaban. Tan solo Dier en un saque de falta que pudo rematar de cabeza, hizo que Howard realizara una gran intervención para evitar el gol. Minutos más tardes Adebayor era el que gozaba de una nueva ocasión, recibía un balón bombeado en profundidad y tras un espléndido control se plantaba frente al meta, pero la presión del central hizo que se precipitara y enviara el balón alto. Al borde del descanso, era el Sheff el que silenciaba el Lane, Scougall disparaba desde la frontal pero marchaba desviado por muy poco.
La segunda mitad no cambió mucho el guion, la posesión era del Tottenham pero se veían incapaces de hilvanar jugadas que crearan verdadero peligro sobre la portería de Howard. Con el partido más que atascado, Pochettino buscó soluciones en el banco, el español Roberto Soldado era el elegido para saltar al césped en busca del gol. No pudo anotar, pero sí fue clave en la jugada que desequilibró el encuentro. Corría el minuto 73 y un balón por alto lo controlaba el español dentro del área, McEveley iba al corte y se llevaba el cuero con la mano, el árbitro ni lo dudo, penalti claro. El encargado de la ejecución fue Townsend, que tiró por el lado izquierdo de Howard y aunque éste le adivinó el costado su estirada no fue suficiente para evitar el tanto.
En los últimos minutos de partido fue el Sheffield United el que buscó más la portería contraria pero la falta de pegada les hizo imposible que llegaran a conseguir el gol del empate. Los ‘Spurs’ firmaron la victoria por la mínima y se dedicaron a pasar los minutos. La final queda lejos para el Sheff aunque a pesar de salir de Lane tocados, salen vivos y mientras hay vida hay esperanza, espera una vuelta abierta.
Deja una respuesta