El Leicester City está más cerca del descenso que de los puestos cabeceros. Un cambio radical con respecto a la cara que el equipo de Claudio Ranieri mostró la pasada temporada, en la que a estas alturas estaba en puestos cabeceros y en la que acabó llevando el título a la ciudad de 300.000 habitantes.
En la jornada 11ª está ocupando el puesto 14 (3 victorias, 3 empates y 5 derrotas), mucho más cerca de los puestos de descenso a Championship que de los puestos en los que podría volver a competir por el título, o incluso de los puestos europeos. Con 12 puntos, solo dos le separan del Hull City, equipo que marca la última plaza de descenso, estando situado a 9 puntos del Tottenham Hotspur, equipo que ocupa la quinta y última plaza que da derecho a jugar competiciones europeas de forma directa. El Liverpool, equipo que está líder, se le queda a 14 puntos, una renta que parece muy difícil de recortar.
En esta misma jornada pero en la temporada pasada, el equipo de Claudio Ranieri estaba situado en la tercera posición de la tabla (6 victorias, 4 empates y 1 derrota) a tan solo tres puntos del Manchester City, equipo que lideraba la clasificación. De hecho, sus números se parecen mucho más a los de hace dos temporadas, ocupando plaza de descenso con 9 puntos y en la que salvó la categoría en las últimas jornadas.
Varias razones se antojan fundamentales para encontrar el porque este Leicester City es tan distinto del de la temporada pasada:
Poco acierto defensivo: si la temporada pasada el Leicester fue uno de los equipos menos goleados (36 goles en contra, solo Tottenham y Manchester United fueron mejores en defensa), esta campaña Claudio Ranieri no está sabiendo inculcar a sus hombres el mismo espíritu defensivo del año pasado. Este defecto no se debe al cambio de nombres o a las bajas sufridas, ya que el Leicester City ha conseguido mantener su linea defensiva intacta (Schemeichel; Simpson-Huth-Morgan-Fuchs) e incluso ampliarla con el fichaje del defensa español Luis Hernández y del portero alemán Ron-Robert Zieler. Desajustes defensivos y fallos que el año pasado no se cometían están penalizando al equipo, llegando al punto de llevar 18 goles en contra, lo que les convierte en el séptimo equipo más goleado de la Premier League.
N'Golo Kante: la marcha del centrocampista francés al Chelsea ha sido fundamental en el equipo de Ranieri. El mediocentro tuvo un rendimiento excepcional la pasada temporada, en la que fue uno de los mejores jugadores de la Premier League y de Europa, con una capacidad excepcional de robo de balón y un despliegue físico poco habitual. Claudio Ranieri no ha encontrado un sustituto a su altura, y el hombre que se creía que iba a ser su recambio, Nampalys Mendy, apenas ha jugado 53 minutos en Premier League, estando lesionado desde la jornada 3.
Falta de gol: si el año pasado el Leicester fue el tercer equipo más goleador de la competición, esta temporada sus registros están muy lejos. Con solo 13 goles a favor, equipos como el Crystal Palace, Watford o Stoke City igualan o superan su acierto de cara a la portería rival. Si Jamie Vardy y Ryan Mahrez sumaron más de 40 goles entre ambos, esta temporada el delantero inglés solo ha anotado dos goles, mientras que el centrocampista argelino solo ha marcado uno. Además, el fichaje estrella de este verano, el delantero argelino Islam Slimani, no está dando el rendimiento esperado de él, ya que solo ha conseguido anotar 3 goles en estos 11 partidos de Premier League. Otro de los grandes fichajes del verano, el nigeriano Ahmed Musa, tampoco ha conseguido adaptarse al equipo, jugando 8 partidos y anontando dos goles.
Acumulación de partidos: a pesar de haber realizado un gran esfuerzo este verano para reforzar la plantilla con hombres de calidad, y así poder afrontar Premier League y UEFA Champions League con totales garantías, el esfuerzo realizado en la máxima competición europea puede pasar factura al equipo. A pesar de todo y de la mala marcha en competición doméstica, el equipo está realizando un papel brillante en competición europea, obteniendo 10 puntos de 12 posibles y estando al borde de la clasificación para octavos de final a falta de la disputa de las dos últimas jornadas.
Si ganar la Premier League la temporada pasada fue una sorpresa mayúscula, todos teníamos más o menos claro que repetir título iba a ser imposible, y más con la llegada de entrenadores como Antonio Conte al Chelsea o Pep Guardiola al Manchester City, y las grandes inversiones realizadas por los grandes equipos de Inglaterra. Pero nadie se esperaba que el vigente campeón fuese a estar más cerca de los puestos de descenso que de los puestos cabeceros. Claudio Ranieri tiene un arduo trabajo por delante para remediar esta situación, y así al menos poder olvidarse de los puestos bajos de la tabla y aspirar a algo más que a tener una temporada tranquila.
Deja una respuesta